Principales modelos de liderazgo

No se puede hablar de liderazgo sin tener presente a los pioneros del tema porque todo lo que se ha elaborado posteriormente no deja de ser variaciones, importantes, eso sí, sobre los inicios que fueron básicos de cara a entender la naturaleza humana y su comportamiento en el trabajo.
La malla de dirección (managerial grid) de Blake y Mouton. El sistema de malla de dirección desarrollado por ellos en la Universidad de Texas se identifican cinco modelos distintos combinando las dimensiones de la dirección-liderazgo en el trabajo por sus factores: el interés por las personas y el interés por la producción-resultados.
Puestas estas dos dimensiones en ejes de coordenadas, tal como se presenta en la figura, los cinco modelos se sitúan en los vértices y en el centro de la malla en función de los distintos grados de preocupación por la producción (eje horizontal o de abscisas) y por las personas (eje vertical o de ordenadas).
La posición 5,5 combina una preocupación media en ambos factores; la posición 1,1 representa el interés mínimo por la producción y por las personas; la 1,9 representa el modelo de dirección que atiende el interés por las personas pero se preocupa muy poco de la producción; el liderazgo 9,1 presenta mayor interés por la producción y se despreocupa de la gente; la posición 9,9 presenta el modelo más interesante, que combina un elevado interés hacia las personas y una alta preocupación por la producción.

Otros autores han clasificado los estilos de liderazgo en tres categorías genéricas: la autoritaria, la paternal y la democrática. Aunque en la práctica se mezclan elementos de las distintas categorías y no es frecuente un estilo puro, es cierto que las descripciones que a continuación se ofrecen caracterizan la gestión en general y sirven para trazar unas líneas divisorias entre las distintas formas de dirigir.
DIRECCIÓN AUTORITARIA
Esta es la visión tradicional del líder que concentra toda la autoridad en un único centro
de decisiones, ya sea una persona o un grupo de gobierno autocrático (en este segundo caso, las personas que lo forman suelen estar al servicio de un líder, el cual actúa como un verdadero dictador). Las órdenes se dan y se espera que sean obedecidas sin más preguntas. Todas las decisiones se toman unilateralmente y nada se discute con los subordinados, ni con terceros.
Si la persona en cuestión es extremadamente capaz, este tipo de liderazgo da muy buenos resultados por un corto período de tiempo, de hecho en algunos casos puede hacer un gran bien a la organización, pero suele fracasar a la larga, por los propios fallos humanos del líder (nadie es perfecto) y por el pobre protagonismo de sus colaboradores, que se sienten objetos más que sujetos de su vida de trabajo, produciendo además resentimientos entre las personas. En general es mal tolerado por los empleados, excepto en ocasiones de crisis.
DIRECCIÓN PATERNAL
Es un tipo de liderazgo frecuente, aún hoy en día, sobre todo en las organizaciones de tamaño pequeño. Mediante el liderazgo paternal se pretende crear una atmósfera familiar en la que el que dirige quiere ser visto como un padre protector. Aunque se pueden usar las sanciones con los empleados que no cooperan, tienden a evitarse y el líder guía a sus colaboradores con enseñanzas y consejos. En según qué organizaciones puede dar buenos resultados y la motivación de los empleados puede ser buena. Pueden darse abusos por discriminación y agravios comparativos, pero en
general los empleados son leales al jefe y ven con malos ojos a los compañeros que incumplen las reglas. Este tipo de liderazgo es prácticamente imposible aplicarlo a las empresas medianas y grandes, por haber varios o muchos mandos, además de la rotación de los mismos con lo que desaparece la sensación, el sentimiento de estar vinculado a un padre.
DIRECCIÓN DEMOCRÁTICA
En este estilo los líderes comparten la toma de decisiones con sus colaboradores, cuando es posible, sin ceder por ello, la autoridad y responsabilidad propia. Por el contrario deben mantener la autoridad propia del cargo, al tiempo que hace
protagonistas a sus colaboradores en los problemas que les atañen. Un jefe debe tener muy presente quien puede tomar la decisión en cada caso específico.  Esta es la característica que mejor determina este estilo de dirección. En este liderazgo la delegación bien ejercida es de gran ayuda y muy motivadora, permitiendo al jefe desentenderse de muchos temas rutinarios y dedicarse más a planificar, organizar, coordinar, controlar y sobre todo dedicar tiempo a la relación con sus colaboradores, dirigiendo, motivándoles, preocupándose de ellos. Se delega cediendo la autoridad, pero no la responsabilidad, ésta se comparte.
Otros especialistas sobre el tema del liderazgo proponen clasificar los diferentes estilos de liderazgo en:
Como se ha dicho anteriormente, a nivel pragmático el liderazgo se ha movido a lo largo del tiempo entre dos modelos igualmente válidos, que son el autocrático y el Liderazgo eficaz democrático. Es un estilo bipolar de mando, de aplicación en todos los campos y tan antiguo como la civilización griega de la que derivan sus nombres y concepto.
ESTILO DE LIDERAZGO AUTOCRÁTICO
(autoritario, dictatorial,…)

prestar especial atención

prestar especial atención

prestar especial atención

ESTILO DE LIDERAZGO DEMOCRÁTICO
(Participativo,…)

prestar especial atención

prestar especial atención

prestar especial atención

Ambos estilos de liderazgo son válidos y depende su mejor uso de la tarea a llevar a cabo, del personal a dirigir, del tiempo disponible, entre otras variables. En general, en nuestra cultura occidental se suele preferir el liderato democrático, aunque,en la empresa se da más el autocrático o, a lo más, una mezcla de los dos. Esto sucede, en parte, por las exigencias de la organización formal, porque se trabaja con objetivos a corto plazo y también por la falta de preparación de muchos directivos en asumir un liderazgo que permite que los subordinados cuestionen directrices, órdenes, etc.
El liderato autocrático es aceptado sobre todo por parte de los sumisos, inseguros, o en situación de estrés. En general termina siendo preferido el liderato democrático, pero requiere que sus técnicas sean aprendidas y asimiladas y que los miembros del grupo tengan suficiente madurez sicológica.
Las consideraciones que se acaban de exponer están basadas en estudios de Lippit y White, Bailey, Peak, Goldman, Lanzetta y Ziller, entre otros, reconocidos expertos en estudios sobre liderazgo.
La elección del estilo de liderazgo, según John P. Kotter debe estar en función de tres variables:
1. La situación a encarar.
2. Los componentes del grupo-equipo.
3. El perfil del líder.